Ronda de la Alcazaba

El recinto de la Alcazaba (muralla y antemuro), junto con el recinto amurallado que albergaba a la antigua ciudad, es por su datación la construcción más antigua de la cerca marchenera (primer cuarto del siglo XIII). La ciudadela o fortaleza, de la que no se conserva absolutamente nada, se ubicaba en el cerro de la Mota, un lugar privilegiado, el más prominente de la localidad, desde donde se controlaba todo el territorio y divisaban poblaciones cercanas. El hecho de encontrarse en una posición más elevada que el resto del cerco amurallado, ya suponía una mayor protección frente al ataque, pero sólo se ha documentado la existencia de barbacana en este recinto (excavaciones efectuadas en otros sectores del recinto han constatado su ausencia).

 

Contaba con una muralla propia de traza más o menos elíptica independiente de la muralla de la medina, más reforzada y con mayores proporciones, desde donde se controlaba militarmente los disturbios y asaltos procedentes del exterior (era una fortaleza urbana). Esto quiere decir, que su carácter fortificado era básico para actuar como último refugio de la población en caso de asedio. Era una pequeña ciudad autosuficiente en la que, además de aljibes, silos, baños, viviendas para las tropas, jardines y demás espacios abiertos, estaba el alcázar-palacio fortificado de los gobernadores de la plaza.

 

Algunas alcazabas contaban también con mezquitas, jugando así un gran papel religioso y espiritual. Para conocer el posible origen de una mezquita almohade en nuestra localidad, sería necesario un exhaustivo estudio de la Iglesia de Santa María, cuyos cimientos del torreón son islámicos y pudieron ser parte de la antigua mezquita o del recinto amurallado de la alcazaba, y reutilizados para la construcción de la iglesia cristiana tras la conquista de Marchena por las huestes de Fernando III el Santo en 1241. La consagración de la mezquita mayor de la alcazaba a Santa María era una costumbre habitual, ya que una de las primeras medidas cuando se tomaba una mezquita era poner una imagen de la Virgen. De ahí la procedencia del nombre de multitud de iglesias bajo la advocación de Nuestra Señora.

 

Este recinto contaba con una modesta superficie irregular, a la que se accedía, según las investigaciones, por dos puertas: Arco del Tiro de Santa María, que comunicaba la alcazaba con la medina y la Puerta de Carmona, que conectaba con el campo.

 

Al Norte, en el vértice entre los recintos de la medina y de la alcazaba, se construyó una pequeña torre albarrana poligonal, aunque en origen sería algo más elevada, conocida como Torre del Oro, realizada en tapial (tabbiya), siguiendo el método constructivo de toda la muralla. Su forma   deriva de la propia técnica, ya que la necesidad de una torre redondeada que domine todas las direcciones, fue dada por los encofrados del propio tapial que impuso la forma poligonal. Se pueden ver los mechinales en los que iban las agujas para la fabricación del mismo, así como las líneas horizontales de unión de los cajones. Se conservan tres verdugadas decorativas de ladrillos resaltadas y compuestas por cuatro bandas cada una.

 

Se trata de una torre fundamentalmente maciza, con una cámara superior abovedada de ladrillos y decorada con pinturas de motivos geométricos, muy esquemáticos, de tradición islámica a la que se accede por unas escaleras superiores que se ubican en el camino de ronda de uno de los lienzos que se le adosan.

 

Haciendo un ángulo recto y siguiendo una dirección sur, encontramos un muro de tapial muy fragmentado, de reducidas dimensiones, adosado a la torre poligonal y a una torre cuadrangular, ejerciendo de refuerzo y protección a una de las zonas principales del complejo, el alcázar. La torre cuadrangular citada presenta un estado bastante ruinoso, pero según el cuerpo de la misma, debió tener en origen una planta cuadrada.

 

Todo este conjunto, debido al paso del tiempo, a las guerras que ha soportado desde su creación, a las condiciones atmosféricas y al estar en el lugar más elevado de la villa, ha sido siempre una de las zonas proclives a un deterioro mucho más acelerado que en otros puntos de la muralla.