Objetivo

Este proyecto se integra en un ambicioso plan de intervención del B.I.C muralla del mirador Almohade. No se trata como en otras ocasiones de resolver un problema concreto y parcial en una zona, sino de entender el recinto fortificado como una unidad estrechamente relacionada con el resto del pueblo y con capacidad para ser «visitable». Es esta idea de recinto abierto a visitas culturales, lo que enlaza las actuaciones en el tiempo y fija criterios relativamente homogéneos en todas las actuaciones previstas. También hay que añadir que una fortaleza como esta, con periodos de construcción que abarcan ocho siglos, ha recibido múltiples obras tanto de nueva construcción como de mantenimiento y por ello, la superposición de las construcciones, la amortización de unas a favor de otras y las muy diversas vicisitudes hacen que sea difícil establecer con precisión criterios fijos para todo el conjunto. Por todo ello y con las cautelas anteriores, enumeraremos los siguientes:

1- Criterios genéricos de “mínima intervención”:

Se trata de actuar exclusivamente en las partes que lo requieren para conseguir el objetivo fijado. En todos los casos, las intervenciones serán superpuestas y reversibles.

2- Empleo no restrictivo del criterio de diferenciación de elementos originales y nuevos:

Han sido frecuentes, reconstrucciones volumétricas parciales y con materiales distintos (ladrillo sobre piedra, construcciones marginales etc.). Este criterio favorece, a nuestro entender, la impresión de que se han abordado obras ocasionales y de mantenimiento que nada tienen que ver con la puesta en valor. Por ello, y en la medida de lo posible se emplearan materiales y técnicas compatibles con el monumento, y naturalmente, partiendo de un escrupuloso respeto al monumento y a la normativa nacional e internacional sobre los trabajos de restauración y conservación. Esto no es opuesto al empleo de nuevos materiales ni tecnologías propias de nuestro tiempo.

3- Abordar los problemas de patologías y problemas de fondo que frenan el deterioro:

De forma genérica, el tapial no es un buen elemento de construcción, si no lleva aparejado un permanente mantenimiento. Esto ha sido siempre así y buena muestra de ello, son los restos de enlucidos, enjabelgados y encalados que aún son visibles en los paramentos.

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