El Portillo
El Portillo es una puerta de carácter secundario abierta ex profeso justo en la confluencia de la cerca de la madina con la barbacana, en el costado oriental del alcázar.
Se trata de un vano de 2,55 m de luz conformado por dos mochetas de piezas de cantería toscamente labradas, probablemente reutilizadas, cerrado por un arco apuntado de ladrillos al estilo gótico. En el trasdós del mismo se conservan aún las dos quicialeras o gorroneras de piedra caliza en las que quedaban insertados los vástagos o ejes de sendas hojas.
El aspecto que presenta en la actualidad se debe a una intervención cristiana de finales del s. XV que venía a sustituir a otra puerta de origen almohade, de menores dimensiones, de tortuoso acceso y escasamente flanqueada.
De aquel primitivo postigo no quedan apenas vestigios, sólo el espacio que debió ocupar puesto que la cerca de la madina no llega a adosarse a la T-5 (Torre 5) a nivel de cimentación –sí en el remate de merlones-, conformando un vano de menos de 2 m de luz, libre de construcción.
A partir de su análisis arqueológico podemos aproximarnos virtualmente a su estado original, debiendo haber presentado un arco de herradura (probablemente de ladrillos) enmarcado en alfiz al gusto almohade, tal y como se muestra en la reconstrución de la izquierda.